¡Hola! Mi nombre es Sarah Sophia Aguilera Góngora, y mi historia comienza así…

Hace algunos años atrás cuando no existían las máquinas o siquiera las pantallas, en una época donde no existía Gelsa sino Apuestas en Línea S.A., hubo un hombre llamado Fabio Elías Aguilera Ángel, que tuvo un hijo llamado Fabio Andrés Aguilera Zambrano, el cual acompañaba a su padre en su trabajo de “vendedor de apuestas”; por lo cual tenían que caminar por toda nuestra capital colombiana llamada Bogotá, es decir, de casa en casa, o de barrio en barrio, o a veces de localidad en localidad. Él Siempre llevaba consigo una libreta bajo el brazo, también un esfero en su mano y obviamente a su hijo.

Mi abuelo a cada una de las personas les tenía un número para que esta cumpliera su sueño de cambiar sus vidas, él, con cada número que anotaba en su libreta, era una promesa de esperanza para alguien.

Aunque él no conocía mucho de tecnología, él sabía más del amor, del esfuerzo y de la palabra. Con mucho tiempo esfuerzo y dedicación no solo vendía apuestas, el vendía ilusiones o también ponía su granito de arena para aquellas que soñaban con cambiar algo en sus vidas. No solo eran números escritos en una libreta, era una historia de trabajo honesto y con dignidad.

Tiempo después nació Gelsa.

Con aquella aparición muchas cosas cambiaron, por ejemplo, el Chance se volvió algo más moderno, rápido y seguro; también las libretas fueron transformadas por sistemas en línea, pero aún existen dos cosas que no cambiaron, la primera: “la magia”, no se desvaneció, porque aún continúa en cada una de las personas; y la segunda: “la pasión”, de servir a la comunidad como lo hacía mi abuelo. Hoy en día esta historia la continúan escribiendo mis papás. Mi mamá, como asesora de Gelsa, ayudando a los clientes, sonriendo, enseñándoles, guiándolos y siendo parte de sus ilusiones. Mi papá, como Recogedor de Loterías, sigue recorriendo la sabana cundinamarquesa, recogiendo esperanzas, pero ahora con todo el respaldo y fuerza de un gran equipo detrás, abrazando la tradición que inició con mi abuelo.

Para mí, Gelsa no solo es una empresa, es parte de mi historia y nosotros de ella, una historia donde conecta no solo una generación, sino muchas más; transforma cada una de las vidas del departamento cundinamarqués. Porque más que vender números o recoger apuestas, impulsa sus sueños.

Gelsa no solo modernizó un servicio, nos dio la oportunidad de construir un legado, para transformar cada una de las vidas de todos aquellos que trabajan en ella. Por cada ganador al que le cambió su vida.

Y con mucho orgullo digo: ¡muchas gracias, Gelsa!, porque han cambiado muchas vidas y para estar con muchos más ganadores solo se necesitaba la magia y la pasión.

Hija de la Colocadora de Apuestas Claudia Góngora, de la SPT de Facatativá.